Colonoscopia

La colonoscopia o endoscopia baja es un procedimiento en el cual se realiza una revisión del intestino grueso (colon) a través de la introducción de una pequeña cámara a través del recto. 

La colonoscopia esta indicada para el estudio de síntomas como sangrado al evacuar, inflamación intestinal, diarrea crónica o estreñimiento. 

Puede diagnosticar padecimientos como: divertículos, enfermedad inflamatoria intestinal, pólipos y cáncer colorrectal. 

Puede ayudar a determinar la causa de signos y síntomas como nauseas, vómitos, dolor abdominal, dificultar para comer o sospecha de sangrado. 

Algunas de las enfermedades que se pueden diagnosticar con este procedimiento son: reflujo, hernia hiatal, gastritis, ulcera gástrica, cáncer de esófago y estomago. 

Para el procedimiento es necesario recibir un tipo de anestesia llamado sedación, por lo que se tendrá que colocar un catéter para administrar líquidos y medicamento intravenoso. El objetivo de la sedación es producir un estado donde el paciente se encuentra relajado y sin molestias. En todo momento el paciente se encuentra monitorizado y vigilado por un anestesiólogo. 

Una vez finalizado el procedimiento descansará en un área de recuperación, en esta área continuará con monitorización de sus signos vitales y se permitirá ingresar a su acompañante. 

Algunos minutos después de su estudio el médico informara a usted y su acompañante sobre los resultados del estudio. Posteriormente, la enfermera retirará el catéter previamente colocado y podrá irse de alta. 

Algunas molestias que pueden presentarse después del procedimiento son cólico y distensión abdominal. 

En caso de que se haya tomado alguna biopsia o retirado algún pólipo el médico indicara el tiempo aproximado para recoger el resultado del análisis.