Las hemorroides son venas que se encuentran en el ano en todas las personas. Se convierten en una enfermedad hemorroidal cuando estas aumentan de tamaño y presentan molestias como dolor o sangrado. 

Existen 2 tipos de hemorroides; las hemorroides internas y las hemorroides externas. 

Las hemorroides externas son aquellas que se presentan por fuera del ano todo el tiempo, no se pueden regresar o meter y generalmente tienen un color violáceo o del color de la piel. Su principal complicación es la trombosis y se manifiesta como una “bolita dolorosa” en ano. Cuando este sucede hay que retirar el trombo o coagulo y dar manejo médico para desinflamar la hemorroide. 

Las hemorroides internas son aquellas que generalmente salen al momento de evacuar y terminando la evacuación regresan. Su principal síntoma es el sangrado, ya que al ser un tejido que entra y sale en cada evacuación se lastima y por eso sangra. Para el manejo de este tipo de hemorroides lo más indicado es una ligadura hemorroidal. 

La ligadura hemorroidal es un procedimiento que se puede realizar en consultorio o un área de procedimientos en el cual se colocan unas bandas o ligas especiales en la base de la hemorroide. Tras no recibir sangre la hemorroide debido a la ligadura esta cae después de unos días. El procedimiento no genera dolor después de realizarse y presenta una efectividad de hasta el 97% por lo que es muy recomendado para hemorroides internas. 

En caso de presentar sangrado al evacuar o sospechar que presentas hemorroides lo más importante es acudir con un especialista certificado a revisión.